Un terremoto financiero sacude a la economía argentina este lunes, con los mercados reaccionando de forma virulenta a la contundente victoria del Partido Justicialista (PJ) en las elecciones bonaerenses. El pánico se apoderó de los inversores, resultando en desplomes históricos, un dólar que roza los $1460 y un Riesgo País que se dispara por encima del temido umbral de los 1000 puntos.
Un «lunes negro» para los activos argentinos:
- Acciones se hunden: Las acciones argentinas que cotizan en Wall Street (ADRs) se desplomaron hasta un 15%, con el sector bancario y energético entre los más afectados. Grupo Financiero Galicia, BBVA Argentina y Grupo Supervielle sufrieron caídas de hasta el 15%, 13% y 12% respectivamente. Por su parte, empresas energéticas como YPF, Vista y Edenor también registraron fuertes pérdidas.
- Riesgo País se dispara: El indicador de riesgo medido por JP Morgan saltó de los 900 a más de 1000 puntos, lo que refleja la creciente desconfianza del mercado en la capacidad del gobierno de Javier Milei para implementar su programa económico «market-friendly» sin el apoyo parlamentario.
- Dólar en máximos históricos: El dólar, que ya mostraba señales de tensión, superó las proyecciones más pesimistas y alcanzó los $1460 en algunas pantallas de bancos, acercándose al techo de la banda de flotación de $1470 que, de ser superado, habilitaría la intervención del Banco Central.
Las causas detrás del desplome:
- Revés electoral: La sorpresiva y amplia victoria del PJ por 14 puntos en la Provincia de Buenos Aires fue interpretada por el mercado como una señal de advertencia sobre la fragilidad política del gobierno de Milei. Los inversores temen que, de cara a las elecciones legislativas de octubre, el presidente no cuente con el respaldo necesario en el Congreso para llevar adelante sus reformas.
- Actitud del gobierno: Desde Wall Street, analistas y expertos manifestaron su preocupación por la actitud «hostil», «intolerante» y «arrogante» del gobierno nacional, lo que ha generado incertidumbre y ahuyentado la confianza de los inversores.
¿Qué sigue? En medio de la incertidumbre, el Ministro de Economía, Luis Caputo, intentó calmar las aguas al ratificar el rumbo económico, pero sus palabras no lograron detener la estampida. Los analistas ahora remarcan la urgencia de que el gobierno de Milei busque «consensos para ampliar el apoyo político» y «reconstruir los puentes» con la oposición moderada, para garantizar la gobernabilidad y mantener la estabilidad económica en un escenario que se presenta más desafiante que nunca.